Reflexion de la Semana

Reflexion de la Semana
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¡El Señor es mi pastor nada me faltara!

domingo, 31 de octubre de 2010

La Cotidianidad


En este día, EL Señor me inspiro a escribirles, con respecto a lo distraídos que somos en nuestro diario vivir, porque nos acostumbramos tanto a las personas que nos rodean, al trabajo que tenemos, y se nos olvida la gran bendición que Dios ha derramado en nuestras vidas, al concedernos el privilegio de tener un hogar, unos hijos sanos, un trabajo con una remuneración constante, gozar de excelente salud; nos olvidamos que son bendiciones del cielo, porque estamos tan acostumbrados a que nada nos falte, que dejamos de agradecer a Dios por tantas bendiciones que nos ha dado, y empezamos a quejarnos por lo que aun no tenemos, porque en nuestra humanidad caemos en la rutina, en la que siempre tenemos las misma cosas y las mismas personas a nuestro alrededor, creyendo falsamente que siempre van a estar allí, pero cuando las circunstancias cambian, cuando empezamos a perder por ejemplo la salud, nos damos cuenta de lo importante que es tenerla, cuando alguien pierde a un ser querido, valora lo importante que es tenerlo a su lado, alguien que se está divorciando, extraña enormemente el hogar que está perdiendo y sabe que con todo el dinero del mundo no lo puede recuperar, de igual forma, la salud, no se puede pagar; Hoy Dios nos llama a la reflexión, es una alerta, todos estamos a tiempo de agradecer lo que tenemos hoy, de orar sin cesar para que El nos cuide el mañana, de sembrar lo que cosecharemos en el futuro, de declarar palabras de bendición ahora, de solicitar la intervención del Padre para que nos ayude si ya estamos atravesando por un momento así, no permitamos que el enemigo tome terreno en nuestra vidas, empecemos ahora, por dar gracias a nuestro Padre por cada bendición que nos ha dado, por declarar bendiciones sobre nosotros y nuestra familia, amigos y enemigos también, declaremos hoy abundante salud, y no nos veremos mañana enfermos en un hospital, declaremos abundancia para no tener que pasar por la escasez. Confiar en Dios es lo más importante, creer en el corazón que cuando declaramos todas esas bendiciones, Dios mismo está respaldando esas afirmaciones. No nos dejemos llevar como todas las personas que viven solo por vivir; la vida es una batalla, que debemos estar siempre dispuestos a pelear, porque ya somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amo. Dios no llega tarde, siempre llega a tiempo, esta lectura debemos tomarla como una advertencia, una señal en el camino que nos invita a bajar la velocidad y a reflexionar, estamos viviendo tiempos difíciles pero la buena noticia es que no estamos solos. Para concluir debemos dar valor a cada bendición que Dios nos ha regalado, no nos acostumbremos a verlas y a restarles valor, porque la rutina diaria nos invita a ser así, cada día más amargados porque lo que espero no llega, o porque mi esposo no cambia, y nos convertimos en distraídos y empezamos a perder, porque nosotros mismos empezamos a dañar lo que nuestro Padre ya nos dio, en cambios si somos agradecidos y nos esforzamos en cuidar lo que ya está en nuestras manos, El podrá sonreír y eso es un regalo que debemos darle a nuestro Padre ser motivo de su sonrisa y complacencia. Culmino con este versículo para que meditemos en el, Mateo 25:23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.
Bendiciones
Alicia Mora

domingo, 17 de octubre de 2010

La Fe que mueve a Dios


Todos esperamos algo de Dios, cada día, cada mes, cada año, porque nuestra confianza reposa en sus manos, estamos caminando muchas veces sin saber a dónde, ni porque pasamos por alli, pero lo podemos hacer, porque siempre esperamos que Dios mejore o elimine las circunstancias adversas que cada uno de nosotros enfrenta; la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Por esta razón no debemos quejarnos por lo que esperamos o por lo que no ha llegado aún, ya que tenemos la convicción en el corazón que esa espera va a terminar, porque hemos decidido vivir por Fe, siendo precisamente esta decisión la que nos diferencia de los demás, de aquellos que no conocen la palabra de Dios, que aún no se han acercado a Jesucristo y que EL lo espera porque tiene Fe en ellos. Muchos hablamos de la Fe y repetimos el concepto dado en la biblia, pero en la realidad todos nos hemos preguntado alguna vez, pero como puedo vivir en Fe?, es sencillo, pero requiere esfuerzo de nuestra parte, es necesario cerrar los ojos a la realidad que está al frente, y seguir confiando, es desconocer por completo aquello que nos asedia negativamente, y colocar los ojos en Jesús, dar gracias por anticipado, de lo que queremos y ni siquiera hay un indicio de que pronto llegará, es estar seguro, que Dios no miente, es tomar una promesa de la biblia y abrazarla todos los días y noches hasta que se cumpla, realmente es de locos la Fe que agrada a Dios, se pero es la única que funciona. Yo les invito a creerle a Dios de esta forma y verán la gloria de Dios en sus vidas, se preguntarán cómo se llega a este nivel de Fe, y la respuesta es con la ayuda del Espíritu Santo, quien es nuestro consolador y ayudador en tiempos de dificultad. Para culminar, voy a tomar la cita bíblica de Marcos 9:23 "¡Si puedes...!", respondió Jesús. "Todo es posible para el que cree". 9:24 Inmediatamente el padre del niño exclamó: "Creo, ayúdame porque tengo poca fe". Dos versículos en los que debemos meditar, el mismo Hijo de Dios le dijo al muchacho del relato al que cree todo le es posible y el muchacho con sinceridad le respondió, ayúdame porque tengo poca fe, otras versiones de la biblia, dice, ayúdame en mi incredulidad, pero tienen la misma connotación, si tu no me ayudas Señor no tengo la Fe suficiente para recibir lo que espero de ti, creo que este personaje de la biblia se parece mucho a nosotros, y nos mostro exactamente lo que debemos hacer en los casos en los que no podemos creerle a Dios, disminuyendo de esta forma su poder. Por eso hoy Dios me inspiro a escribirles sobre este tema, El quiere sinceridad de nuestra parte en las oraciones, para llevarnos a la Fe que lo mueve.
Bendiciones a Todos
Alicia Mora

domingo, 10 de octubre de 2010

Eres Preciosa en Cristo


¿Qué es lo más precioso que tienes? ¿El anillo de matrimonio de tu abuela? ¿Los primeros zapatos de tu hijo que mandaste a cubrir de bronce? ¿Las fotografías de tu boda o algún otro álbum de fotos? Sin lugar a dudas, es un objeto irremplazable con valor intangible. Te recordará algún momento muy especial. Cada mujer parece tener ese deseo interior de ser considerada tan preciosa como aquel objeto querido. Dios nos creó de esa manera y nos llama preciosas porque estamos en Cristo. Isaías 43:4 nos dice, "Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti y naciones por tu vida". La buena noticia es que Dios ofrece esto a cada cristiano. Primera de Pedro 1:18-19 nos dice, "Como bien saben que no fue con cosas perecederas como el oro o la plata que fueron redimidos de su mala manera de vivir, la cual heredaron de sus antepasados, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto" Dios nos considera tan importantes y valiosas - si, preciosas- que El no solamente desea sino que está ansioso por darnos lo mejor, para convertirnos en Sus princesas. Después de todo, mientras más preciosa es una persona o un objeto, más daremos para conseguirlo o conservarlo. Dios pago el más alto precio -la muerte de Jesús- para hacernos a cada uno de nosotros, un hijo suyo. Comprender que Dios nos considere preciosas, no es algo que llegue fácilmente a nuestro corazones. Podemos decirnos que somos preciosas ante Sus ojos, pero sentirlo en nuestros corazones es una tarea enorme, que a veces hasta parece imposible. Sin embargo, Dios quiere que nos sintamos preciosas, a pesar de que nadie más lo considere así. Dios te considera tan valiosa que hubiera enviado a Jesús a morir por ti, así hubieras sido la única persona en la tierra, ¡solamente tú! Para ayudarte a que esto suceda, permíteme describir esta escena en tu imaginación. Mientras la describo, trata de experimentarla y aceptar el punto de vista de Dios viéndote a ti misma como preciosa. Imagínate por un momento que estas en las calles de Jerusalén, cuando Jesús hizo su entrada triunfal como el Mesías. Miles están agolpados en las pequeñas avenidas de la ciudad. Finalmente alguien grita "Allá esta El, Allá está Jesús, viene montado en un pollino". Oh, sí solamente pudiera estar más cerca. Quiero que Él sepa que yo creo que Él es mi Mesías. ¿Cómo puede Él escucharme si todo el mundo lo está llamando? Si me mirara y supiera que estoy aquí, entonces estaría segura que El me ama. ¡Pero, un momento! quizá yo no quiero que ÉL me vea; soy tan pecadora... No soy nadie. ¿Cómo puedo pensar que Él se daría cuenta de mí con tanta gente importante que lo está rodeando? En ese momento Jesús sentado sobre su asno, frente a la multitud que se haya delante de ti, escudriña a la gente con una sonrisa tranquila y confiada. Tus brazos están batiendo la palma hacia adelante y hacia atrás esperando que Él te lance una mirada furtiva. ¿Qué pasa? Jesús se detiene. Si, es verdad. Se ha bajado del asno y parece que se dirige hacia ti. ¿Hacía mí? ¡No puede ser! Con tanta gente alrededor. Debe estar buscando a alguien más. Ni siquiera sabe que estoy aquí. Pero viene en mi dirección y todo el mundo le abre paso, aún cuando siguen alabándolo. ¡Increíble! Con una gran sonrisa en su cara coloca sus manos sobre tus hombros. Tu alma se derrite de amor, paz y reverencia mientras Jesús te mira profundamente a los ojos. Parece que supiera todo acerca de mí, pero aún así siento su amor incondicional y su aceptación. Conoce todo sobre mí, sin embargo ¡Él aún así me ama! Luego, su preciosa voz habla "Hija Mía, te amo. Te perdono todos tus pecados y deseo darte el poder de vivir en obediencia a Mi Pronto voy a morir, pero recuerda que estoy muriendo por ti para que puedas reconciliarte con Dios. Si fueras la única persona viva, aún así moriría solamente por ti. Eres preciosa ante mis ojos. Estas asombrada y absorbes cada palabra, susurras Gracias pero Jesús en un instante vuelve al pollino para continuar su camino entre la multitud. Jesús desea que sepas que eres Su Princesa preciosa. Puedes saber que eres preciosa como hija de Dios. Eso es ser una princesa del Rey.
Libro: De Princesa a Princesa
Autor: Kathy Collard Miller
Bendiciones a todas.-

domingo, 3 de octubre de 2010

Las Dificultades


En este día, El Señor me inspira a animarles y a escribir sobre nuestro diario vivir, ya que es importante conocer lo que se encuentra escrito en la palabra de Dios sobre las dificultades que cada día debemos enfrentar, a veces, nuestros problemas son pequeños e imperceptibles, por ejemplo cuando luchamos con nosotros mismos, para ser diferentes a los demás y ser obedientes a la palabra de Dios, otros problemas son más notorios, cuando enfrentamos situaciones adversas que involucran otras personas y que uno debe demostrar en esos momentos, con su actuación que verdaderamente es un hijo de Dios, en otras oportunidades, las dificultades son tan superiores a nosotros mismos, que nuestra humanidad sucumbe ante ellas y nos hacen caer ante la fuerza con la que se enfrentan a nosotros, pero hoy quiero escribirles que Jesús nos los advirtió cuando estuvo en la tierra, nos dijo en: Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo. Estas palabras son de ánimo, nos invitan a reflexionar que aun y cuando estemos pasando por la tormentas más fuertes en nuestras vidas, debemos confiar en EL Señor. El nos dice que tengamos paz en medio de la adversidad, que no debemos tener miedo, porque aquí en la tierra era inevitable tener adversidad pero que El venció al mundo; nos quiere decir, que nada ni nadie nos puede detener, que pase lo que pase, El está con nosotros y que si El venció, nosotros también, porque somos más que vencedores por medio de aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable. Ánimos nuestro Dios pelea por nosotros, nos defiende, nos cuida y nos dará la victoria tal y como lo prometió en su palabra, hace más de dos mil años, porque El sabia que hoy las necesitaríamos, tan maravilloso nuestro Padre, que inmenso amor nos demuestra cada día. Por eso, les insto a tener confianza en nuestro Padre y en su hijo amado Jesucristo a confiar en sus palabras, a creer ciegamente en lo que nos dice, independientemente que las circunstancias de nuestra vida nos ahoguen, esa es la Fe que El demanda de nosotros.
Bendiciones.
Alicia Mora